“Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra ‘madre’ era la palabra ‘madre’ y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mí un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba”
(Julio Cortázar)

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Yo voy, claro que voy

Hoy estoy en huelga. Me he levantado a las 07:35 (cinco minutos descansando más de lo habitual siempre es de agradecer) y no he tomado café. Me he acostado con Borges, García Márquez, Sartre y a Cortázar le he hecho el amor. Porque hoy estoy en huelga. No he encendido la tele, no he recogido la mesa y he visto titulares de periódicos internacionales. No quería leer prensa española, no quería reírme del sensacionalismo sucio y de los periodistas que últimamente se dedican a convertir el periodismo en la casa de putas de la palabra. Porque hoy estoy en huelga. Se me ha antojado ir a algún museo, ver alguna película americana de los sesenta o darme un baño de agua caliente con indie de fondo, indie, mi preciado indie. Porque hoy estoy en huelga. Estoy en huelga con levantarse temprano, estoy en huelga con la subida de precios, estoy en huelga con el pesimismo, la telebasura y las hipotecas de los putos bancos. Hoy estoy en huelga contra los sindicatos que hacen como que están en huelga contra un gobierno que está en huelga constante con el progreso social y económico. Me declaro en huelga contra el teatro sindicalista que estamos viviendo –son ellos los únicos que se juegan algo en la protesta de hoy-. Sindicatos de bocas cerradas cuando son callados con subvenciones millonarias, pero de bocas abiertas y gritos de protesta cuando, después de un pacto con el gobierno en zapatillas que más tarde el presidente tuvo que rectificar, escenifican un drama de traición y deciden llamar a la huelga general. Yo creo en el sindicalismo altruista, fuera de la jornada laboral. Si ser sindicalista se convierte en un trabajo, los derechos de los trabajadores acaban monopolizándose y la defensa de estos se acaba convirtiendo en negocio. Hoy estoy en huelga contra ellos, contra el gobierno, contra el sistema educativo, contra la Esteban y contra el jodido perro de mi vecino que ladra todas las tardes a la hora de la siesta. Por eso hoy más que nunca le he hecho el amor a Baudelaire y a sus flores, a Carver y a la Pizarnik, porque estoy harto de España, de Europa y del puto mundo en que nos ha tocado vivir. ¡Hagamos huelga y echemos a patadas el alfabetismo en España y leamos a Safo, a Lorca y a Machado! ¡Hagamos huelga y vayamos todos hoy a los museos, hasta que estén llenos, hasta que no quepa ni un alfiler en el prado madrileño o la casa malagueña de Picasso! ¡Pongámonos en huelga y salgamos a la calle a hablar de Dante, de María Zambrano, de los niños que mueren cada segundo por no tener dinero en vacunas que cuestan menos que el happy meal que le compramos a nuestros hijoshermanossobrinos cada sábado en el burger más cercano! Porque para ser libre, y no ser una víctima más del sistema hay que estar en huelga, en esta huelga todos los días, todos, todos y hacer mucho el amor. Y hoy más que nunca.

3 comentarios:

  1. eres muy pequeño

    pero a veces creces de repente

    grande!

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  2. Te acuestas bien acompañado, creo que sería la mejor orgía del mundo

    Sigue en huelga todos los días más que nunca

    =)

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  3. Revolucionario! A la hoguera con él :P

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